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16 diciembre, 2014

Honestidad y curiosidad: las claves del periodismo de Jordi Évole

Barcelona, 16/11/2014, Maite Alamillo, Jennifer Ariza, Elvira Carmona y Saray Cruz - Diez y media de la mañana  y ya no cabe un alfiler en los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB. La gente espera desordenada y emocionada a los ponentes que hoy dan la conferencia "Experiencias en Comunicación" a los alumnos de Periodismo y Comunicación en el Aula Magna. A falta de cinco minutos para la cita, llega a la facultad  la estrella del show, Jordi Évole, acompañado del exdirector de TV3, Francesc Escribano y de Nuria García, directora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad, que hará de moderadora durante el debate.
Jordi Évole y Francesc Escribano en la conferencia
 "Experiencias en Comunicación" de la UAB
Fuente: Saray Cruz
Pocas presentaciones hacen falta sobre estos conocidos personajes de televisión, por lo que pronto dan la palabra al público para que hagan sus preguntas. Se abre uno de los debates más importantes de la conferencia: el buen periodismo. “Yo podría hacer cosas más cómodas”, dice Jordi Évole para comenzar su discurso. El periodista asegura que tener audiencia  te da más libertad para poder hacer lo que te gusta y no depender tanto de los poderes políticos o del mismo medio. “Cuando alguien pone un anuncio en una cadena es porque tiene audiencia, pero eso no debe afectar al contenido de la misma, porque si no dejaríamos de hacer periodismo y haríamos propaganda”, añade Évole. Asegura que los que tienen esa “posición privilegiada” deben aprovecharla para conocer dónde están los límites y actuar con profesionalidad y siendo fieles a la audiencia.

Además, ser un programa con mucha audiencia te permite salirte del patrón de vez en cuando. Un claro ejemplo fue la Operación Palace,el falso documental sobre el golpe de Estado de 1981 en España. Éste, dirigido por Jordi Évole, fue transmitido por La Sexta el 23 de febrero de este año, con motivo del 33 aniversario del golpe. Aunque no fue fácil sacarlo a la luz, puesto que no le permitieron producirlo hasta 3 años después de hacer la propuesta. El documental, empleando tanto testimonios como imágenes de archivo, ofrecía detalles sobre la inventada responsabilidad del Gobierno de la época en el golpe. En el montaje, el Gobierno con el apoyo del rey habría organizado el golpe de estado para sustituir el Gobierno de Adolfo Suárez por uno de unidad nacional. De esta manera, los supuestos responsables evitaban mancharse las manos y deslegitimarse ante la opinión pública.

Jordi Évole afirma: “Soy consciente de que Operación Palace ha levantado muchas ampollas, pero también ha habido gente que nos ha felicitado por hacer que tantos se creyeran el bulo”. El periodista afirma que el objetivo del programa no era otro que denunciar la falta de transparencia del Estado español con sus ciudadanos, porque treinta y tres años después todavía no disponemos de la información referente al intento de golpe.
El periodista Jordi Évole en la conferencia.
Fuente: Saray Cruz

Salvados es el programa que lanzó a Évole al estrellato. No obstante, el programa empezó como un proyecto humilde hace ya 7 años. El periodista explica que en sus inicios no era ni un éxito ni un fracaso y que poco a poco se ha ido dando forma a sí mismo. “Salvados se ha convertido en un programa infiltrado poco a poco en el sistema. No se daban cuenta de que estábamos creciendo dentro”, afirma. Lo comparan con el éxito que ha tenido Polonia, el programa de sátira política de TV3, y Francesc Escribano indica que “Polonia no gusta a los políticos, pero lo peor que puedes hacer es ponerte en contra de algo que gusta a la gente”. Por lo que “ahora sería muy descarado tocarlos”, comenta Évole sobre Polonia y su propio programa.

También añade que le gustaría que la televisión pública fuera más valiente y que se hicieran más programas como éstos, ya que hoy en día “pocos programas apuestan por el periodismo”. El presentador de Salvados comenta que en la parrilla española hay muchos programas que son “falsamente periodísticos” y que las tertulias son “sistemas fáciles y baratos donde los invitados hablan de temas que no entienden”. Por lo tanto, Évole apuesta por no hacer caso a los directivos que saben qué es lo que quiere ver la audiencia, ya que “ellos no han ido puerta por puerta a preguntar”. 

Al principio, nadie pensaba que Salvados iba a tener tanto éxito, pero “hay que arriesgarse”, porque han sabido demostrar que pueden tener mucha audiencia porque la ciudadanía sí tiene ganas de ver buen periodismo. “Tenemos una ciudadanía más inteligente y preparada de lo que pensamos y las cosas que, a priori, parece que vayan a aburrir pueden ser interesantes”.  Estaríamos en un momento en el que la sociedad se asemeja a la de la época de la transición, ya que al igual que en aquellos tiempos hay un enorme interés entre los ciudadanos por saber qué está pasando


Évole ha demostrado tener en cuenta a los ciudadanos y darles una posición importante. Tanto es así que también ha dado su perspectiva en relación a la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, Évole ha opinado que "es un escándalo y una vergüenza para el país". El anteproyecto de esta ley española presentado el 29 de noviembre de 2013 ha sido reconocido popularmente como "ley mordaza", por no tener en cuenta los derechos de los ciudadanos. El periodista afirma que con hechos como la modificación regresiva de esta ley " se está privatizando la libertad". 

Jordi Évole explica por otra parte que desde que salió de la carrera sabía que quería hacer un programa de ese estilo, pero que nunca imaginó que pudiera llegar a tanto. Declara que el traje de personaje cómico le queda grande, pero el de periodista riguroso también, por eso se siente tan cómodo en Salvados, donde se ha ido “amoldando a lo que de verdad quería hacer y al formato que quería conseguir”. Eso sí, también confiesa que le interesaría hacer radio, pero que lo que más le gustaría es montarse una casa rural en Huesca y escribir una columna desde allí. Explica que a veces es importante “coger distancias y mirarse las cosas desde fuera para analizar si estás haciendo bien las cosas”.

Además, ha hablado de las claves para hacer un buen periodismo. Asegura que no tiene las claves del éxito y que lo que hacen es trabajar mucho. No obstante, añade que las claves de una buena entrevista son “prepararla, documentarte y saber cosas de la persona”. Pero sobre todo “la persona se tiene que sentir la más importante del mundo” y esto se consigue con el lenguaje no verbal “no apartando la mirada, escuchando lo que explica, mostrando interés y repreguntando”. Évole ha criticado que algunos entrevistados pidan los cuestionarios. Para él “esto es intolerable”. Además añade que es mejor no conocer al entrevistado personalmente antes para que no te condicione. “No te quiero conocer porque me caerás bien” dice entre risas. También destaca que otro de los elementos clave en el periodismo es la curiosidad, que no se puede perder, así como “mantener tus principios”, que ha citado Escribano. Évole ha confesado que no es objetivo, “no creo en la objetividad, sino en la honestidad de explicar aquello que te encuentras sin modificarlo en función de intereses propios”.

En esta conferencia Jordi Évole ha dejado claro que tenemos una sociedad empobrecida, sumida en más dificultades, y eso es precisamente lo que despierta las ganas de los ciudadanos de saber cómo y por qué se ha llegado a este punto. En este sentido, remarca que nos encontraríamos en "una segunda transición", en la que las personas tienen un gran interés en conocer lo que sucede. Afirma que la televisión debería no sólo entretener e informar, sino también formar, y en este sentido comenta que los programas de crítica social son más necesarios que nunca en este momento. Se requieren formatos como Salvados que se alejen de las dependencias políticas y económicas, en que se apueste por el periodismo desde la valentía, la honestidad y con verdadera vocación de ofrecer un servicio público.

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